El peligro de los miles de barriles con desechos tóxicos y radiactivos que llevan décadas bajo el mar frente a las costas de California

En 2011, se encontraron barriles en el lecho marino frente a Los Ángeles, revelando décadas de vertido de desechos industriales como el pesticida DDT y compuestos radiactivos, generando preocupaciones sobre los impactos en el ecosistema marino y la salud humana.
13 Mayo, 2024

En 2011, mientras exploraba el litoral de Los Ángeles con un robot de aguas profundas, el bioquímico y oceanógrafo David Valentine hizo un descubrimiento que cambiaría la comprensión del área: una serie de barriles dispersos en el lecho marino. Este hallazgo inicial, que parecía un remanente olvidado del pasado, desencadenó una investigación exhaustiva que reveló un pasado turbio en el que el océano era utilizado como un vertedero conveniente para desechos industriales.

A lo largo de los años, Valentine y su equipo, junto con colaboradores de otras instituciones y agencias gubernamentales, se sumergieron en un viaje de descubrimiento que sacó a la luz décadas de prácticas ambientalmente irresponsables. Se descubrió que desde principios de la década de 1930 hasta la entrada en vigor de la Ley de Protección e Investigación de Santuarios Marinos en 1972, grandes cantidades de desechos, incluidos subproductos de refinerías, residuos químicos y radiactivos, así como munición obsoleta, eran arrojados al mar frente a la costa sur de California.

Entre los contaminantes más preocupantes encontrados en el lecho marino estaba el DDT, un pesticida cuyo uso fue prohibido en 1972 debido a sus efectos dañinos en la salud humana y el medio ambiente. Las investigaciones revelaron altas concentraciones de DDT en las muestras de sedimentos, especialmente cerca de la planta Montrose Chemical Corp., que fabricaba este pesticida. Aunque la planta fue cerrada y se alcanzaron acuerdos legales para la limpieza del área, los efectos persistentes del DDT plantean interrogantes sobre la salud del ecosistema marino y la población humana que depende de él.

Además del DDT, se encontró evidencia de compuestos radiactivos de baja intensidad en los barriles encontrados en el lecho marino. Este descubrimiento ha aumentado aún más las preocupaciones sobre los posibles impactos ambientales y de salud derivados de la contaminación en el área.

A medida que se profundiza en la comprensión de la magnitud del problema, tanto los científicos como los legisladores han llamado a la acción. Se han asignado fondos para investigaciones adicionales y se han hecho llamamientos a la administración para desarrollar un plan nacional a largo plazo para abordar esta situación. Sin embargo, sigue habiendo incertidumbre sobre los efectos completos de la contaminación en el ecosistema marino y la salud humana, lo que destaca la necesidad continua de investigación y acción concertada para mitigar los impactos de este legado tóxico en las comunidades costeras.

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